Restos y sobras de productos de consumo son reconfigurados a través del uso desenfrenado e inquieto en la obra de Juan Bollás. El manejo de estos materiales es resultado de un análisis y crítica a los procesos artificiales que configuran la ficción basada en las relaciones de consumo en la que vivimos. En Polímeros y Monómeros se muestra, de forma sobresaturada, la obra inquieta del artista, que surge de la ruptura con la pintura tradicional y se basa más bien en la experimentación con la cinta y el plástico. Se trata de piezas intranquilas que buscan liberarse de su carácter cadavérico a través de diversas líneas de trabajo, haciendo uso de distintas disciplinas como el dibujo, la escultura, el performance y el video. Una exposición sobre estimulante que confronta al espectador con una explosión de colores y texturas que nos recuerdan a la naturaleza del tianguis, y que, así como en este último, las piezas aquí presentadas buscan ocupar el espacio.